Datos
Técnicos:
Descripción Formal: La
fe de los siete es un conjunto de relieves tallados en madera de
cedro, que conforman un retablo situado sobre el altar un septo.
Cada
uno de estos relieves representa a los siete dioses de la religión
predominante en Poniente, La fe de los siete.
La
obra muestra características claras del arte bajo medieval,
inspirándose en el trabajo del escultor gótico Claus Sluter.
Por
ello las divinidades son presentadas con pesados ropajes en actitud
erguida sobre un pedestal con un arco ojival, entre el cual se
ostenta la estrella de siete puntas; símbolo de esta religión.
Otro
arco apuntado situado sobre el dios dota a las figuras de una
composición vertical intrínseca en el arte gótico.
Dimensiones: La
medida de cada uno de los siete relieves es de 78´3x23x6´5 cm. Por
lo tanto la obra completa tendrá unas medidas de 78´3x161x6´5 cm.
Materiales utilizados:
El material usado para la
realización de la obra es la madera de cedro. Así como tapa poros y
barniz para el acabado.
Autor: Andrés Ortega Zamorano
Contexto
histórico/artístico.
Canción
de hielo y fuego, transcurre en una sociedad fantástica bajomedival
muy similar a la Edad Media europea.
Aún
teniendo ritos y leyendas distintas dado el carácter fantástico de
la obra, las costumbres de las gentes son propias de los siglo XIII,
XIV y XV hecho por el cual he decidido inspirar mi obra en el arte
gótico que se desarrolló en la Europa de dichos siglos.
¿Porqué
el arte gótico? Porque el arte, ya sea prehistórico, clásico,
moderno o actual, es el reflejo de la sociedad que lo vive, lo crea y
lo amamanta con sus ideas, costumbres y relaciones socio-políticas
que les toca vivir. Por eso mismo, aún siendo arte, no es igual una
figurilla votiva del periodo prehelénico desarrollado en Creta como
la Diosa de las serpientes, que una venus paleolítica como lo es la
de Lespugue. Cada una de estas figuras, aún siendo ofrendas votivas,
son, por sus características y composición, reflejo del
pensamiento ideológico de la cultura Minoica y la del período
auriñaciense-perigordiense respectivamente.
De
igual forma ocurriría con una escultura griega, dígase el Doríforo
de Plicleto y otra barroca como el éxtasis de Santa Teresa de
Bernini.
Es por ello que
opino que el arte gótico, reflejo de la
sociedad medieval de la época, es el más idóneo para encarnar el
movimiento artístico en Juego de tronos.
Cuando
lees Canción de hielo y fuego, estás leyendo una historia medieval
en la que tu mente, al instante se traslada a un mundo inundado de
arcos ojivales, y espacios dominados por la luz.
Personalmente,
cuando pienso en arte gótico, en escultura gótica, Pienso en Claus
Sluter.
Sluter
fue un escultor gótico holandés que desarrolló su trabajo en
Francia a finales del siglo XIV. Se le considera uno de los máximos
representantes de la escultura borgoñona y desempeñó el cargo de
escultor de la corte del duque de Borgoña desde 1389 hasta su
muerte, acaecida entre los años 1405 y 1406 en Dijon, Francia.
El
trabajo de Sluter se caracteriza por el uso de un naturalismo
pionero en la época, prestando atención a las expresiones faciales
y los detalles en sus esculturas.
Aunque
sin duda lo que ha hecho que me inspire en su obra ha sido su
tratamiento de pesados ropajes, particular característica que muchos
imitaron después.
El
relieve escogido para la presentación de la obra a la HBO ha sido el
que representa la imagen de El Desconocido, Dios de la muerte y lo
desconocido.
Este
Dios es personificado como un ser carente de rostro, oculto tras
oscuros ropajes. Tal y como los monjes encarnados por Claus Sluter en
el Sepulcro de Felipe el atrevido.
La
religión también ocupa un lugar predominante en el arte gótico,
tanto es así que prácticamente está influenciado por la misma al
igual que toda la sociedad en la edad media. Lo mismo ocurre con la
cultura creada por George R.R. Martin en Canción de Hielo y fuego,
que todos los aspectos de la vida se hacen bajo la atenta mirada de
los siete. Y los septones dirigen, muchas veces, lo que se debe o no
se debe hacer.
De
este modo tenemos una sociedad medieval fantástica con unas
características muy similares a la sociedad de la época en la que
se desarrolla el arte gótico. Sociedad que, de haber tenido un
desarrollo artístico, habría llegado, muy seguramente, a las mismas
conjeturas y conclusiones que los artistas góticos reales. Dicho
esto, creo haber explicado, en medida de lo posible, el porqué he
elegido el arte gótico como fundamento primordial y principal en mi
obra.
Estudio de su composición.
La obra completa consta de siete relieves en los que aparecen siete figuras erguidas sobre un pedestal. La composición de dichas figuras en el espacio es simétrica.
Cada figura está de pie sobre un pedestal en una composición cerrada y vertical, entre dos pilastras lisas que acaban en un arco ojival . De esta forma se consigue una repetición visual que crea armonía en la obra.
Espacios y volúmenes. La obra presenta una volumen en relieve pensado para una vista frontal, ya que va colocada en un retablo.
Los espacios positivos de la misma los conforman la figuras de los dioses, en la parte central de relieve, y el arco apuntado sobre sus cabezas junto con las pilastras y el pedestal. Toda el área que queda entre la figura y los demás elementos sería el espacio negativo de la obra.
Los siete relieves están colocados uno al lado del otro haciendo que la obra quede englobada en un rectángulo.
Elementos fundamentales y simbólicos.
Al tratarse de una obra de carácter religioso, no se podría realizar una pieza carente de simbología.
Cada Dios es representado según sus atributos los cuales son:
-El padre: Símbolo del buen juicio. Es descrito como un hombre con barba que porta una balanza. Se le ora para pedir justicia.
-La madre: Representa la maternidad y la crianza. Protectora de los niños. Es presentada como una mujer sonriente que personifica el amor y la misericordia, porta un niño en sus brazos. Los fieles le rezan para pedir fertilidad y compasión.
-El guerrero: Es el protector de la fuerza en la batalla. Lleva una espada. Le rezan para pedir coraje y victoria.
-La doncella: La inocencia y la castidad. Le oran para pedir las virtudes de las doncellas. Yo la represento mirando al cielo con una rosa en sus manos. Símbolo de la virtud que guarda.
-El herrero: Se encarga de los oficios y las labores. Se representa con un martillo y un yunque. Se le reza cuando un trabajo debe ser finalizado con éxito.
-La vieja: Es la sabiduría y se representa con un candíl o una linterna, símbolo de un guía. Se le reza para pedir que los guíe en los momentos difíciles.
-El desconocido: Representa la muerte y lo desconocido. Yo lo he escenificado encapuchado con una calavera a sus pies. Normalmente no se le reza ya que inspira temor, aunque se considera patrón de los criminales y forajidos.
Además de los símbolos portados por cada uno de los dioses, en la obra también se refleja la estrella de siete puntas. Que representa los siete pilares, los siete Dioses y los siete reinos que hay sobre Poniente. Es el símbolo de la denominada Fe de los siete. Religión principal en Poniente.
Color, Textura, Luz. Aún habiendo podido policromar la obra, cosa que es tradición dentro de la imaginería religiosa, me ha parecido una mejor opción respetar el soporte y dejar el mismo color de la madera. Aplicando solamente un barniz mate. También he jugado con la textura que ofrece la técnica del Non finito, cultivada por Miguel Ángel, dejando algunas partes sin pulir, incluso otras solamente con el corte de la gubia.
La luz, que en escultura crea el volumen según la incidencia de la misma, dota al relieve de un juego de luces y sombras conseguido a través del tratamiento de los ropajes.
Bueno, espero que la especificación técnica os haya ayudado a entender algo mejor la obra. Obra que, como ya he dicho antes, espero que prontamente pueda mostrar en su totalidad. Un saludo y gracias por leer el blog.
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